El silencio culpable 
Sr. Director:

No nos conformamos con luchar por la ley de derechos de los simios, ni por utilizar la genética en embriones de especies animales en extinción, donde sus células son animales que hay que cuidar para reproducirlos y recuperar el ecosistema en el que se desarrollan.

Pero cuando se trata de embriones humanos, de fetos humanos, entonces sólo son células con las que se puede investigar, clonar, reproducir, donar, congelar, eliminar etc. Para los carlistas es el peor y más cruel genocidio de los siglos XX y XXI, y encima, con nuestros impuestos, intentamos la Desarrollada Unión Europea y la omnipresente ONU, que estos asesinatos se extiendan a Hispanoamérica y resto del tercer mundo. Es la cultura de la muerte. Gritemos todos un Si a la vida que resuene en todos los foros aprovechando el Encuentro Mundial de las Familias en el mes de julio en Valencia. Por ellos, por los más indefensos mártires de la progresía humana. Por los inocentes niños a los que no les dejan ni asomarse a la vida.

Federico Ferrando Roda