NACIÓN ESPAÑOLA EN LA ACTUALIDAD (breve reflexión)

DERECHO INTERNACIONAL

Los nacionalistas periféricos se apoyan en el artículo 1.2 de la Carta de Naciones Unidad (San Francisco, 26 de junio de 1945) que, entre los “Propósitos” de Naciones Unidas, habla del respeto a “la libre determinación de los pueblos…” pero olvidan que, a renglón seguido, consagra en el art. 2.1 el Principio de “la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado”. Los nacionalismos periféricos son un atentado a los principios y propósitos de las Naciones Unidas.

Bueno sería recordar, en este orden de cosas, que todas las organizaciones internacionales, comenzando por la ONU, reconocen a España como única nación. Y que ésta, de acuerdo con el art. 2.1 citado, debe conservar la integridad territorial y la independencia política. No es posible a la luz de la Carta de Naciones Unidas pensar en otra realidad nacional que la española. No se conoce ninguna Resolución de descolonización (y ha habido numerosísimas) que afecten a Cataluña, el País Vasco o a cualquier otra parte de España. La democracia mundial ha emitido su voto: España es una realidad uni-nacional, no pluri-nacional.  

Además, efectivamente todos y cada uno de los Estados tienen reconocida a España como la única nación, establecen relaciones internacionales, diplomáticas, económicas y culturales, de cooperación y desarrollo con España. No hay ninguna nación en el mundo que haya establecido relaciones internacionales con alguna o algunas de la hipotéticas naciones (Cataluña o el País Vasco) que conforman España. Las relaciones internacionales tienen como objetivo el trato pacífico y estable entre naciones. Los nacionalismos periféricos ponen en grave riesgo la paz y estabilidad. Pongamos por caso un elemento fundamental de las naciones: el territorio y sus fronteras. A este respecto, los nacionalismos vasco y catalán son fuente inagotable de inestabilidad y conflicto: ¿Por dónde trazamos las fronteras de un hipotético estado-nación vasco o catalán. “Euskadi” (palabra inventada por Sabino Arana) aspira a anexionarse Navarra, parte del territorio de otro Estado (Iparralde o País Vasco francés), el Condado de Treviño (Castilla y León), territorios de Cantabria oriental…y así sucesivamente; Lo mismo Catalunya: el nacionalismo catalán siempre aspiró a los Paisos Catalans que comprenderían Valencia y las Islas Baleares, aparte la Cataluña francesa. 

Conclusión: todas la organizaciones internacionales y todos los Estados del mundo, la “democracia global”, reconocen a España como única nación.