MONCHO SE RESISTE A MORIR
Moncho sintió cuando un transeúnte lo separaba de los fierros del bus. Sólo recordaba cuando salió de la
fiesta muy ebrio y lo montaron en él. La noche estaba muy lluviosa–este también parece muerto- dijo otro concurrente que así mismo ayudaba a sacar los cuerpos. En ese instante llegó la ambulancia y un paramédico lo percibió con signos vitales aunque muy débiles
–trasládenlo sin embargo no creo que llegue- le dijo a sus colegas.
Moncho no podía mover más que los ojos y eso que sutilmente…
A su lado yacían los cadáveres de sus compañeros de trabajo.
¿Será que estoy muerto?,
-No siento nada-
-¿o estaré emigrando?
¿Para el purgatorio?-
¿Para el infierno?
¿Y el túnel?
-Creo que me corresponde una larga temporadita donde quiera que vaya -pensaba Moncho-
De repente estaba en un hospital Conectado a un respirador artificial
La madre de Moncho había llegado al pueblo como prostituta en la época de la bonanza marimbera. Tenía ocho
hijos todos con distinto progenitor y Moncho era el menor y el único que quedaba con ella.
-¿Que esperanzas hay, doctor? Preguntó su madre –
-Si lo mantenemos conectado al respirador puede durar un día, un año, veinte años, en Fin –.
-Si se le retiran los aparatos pronto estará muerto de manera incuestionable. Esta es la mejor opción –pienso
yo- dijo el médico. Valiente hijueputa,- caviló Moncho-
-La madre se acerco a Moncho le miro a los ojos y le dijo apretándole la mano y acariciándole la frente:
-Hijo mío muchas veces tenemos que tomar juicios tajantes
–¿Si pudieras oírme?
-Debes saber que tu padre es el jefe de la cooperativa de transporte.
Moncho trasladó el oído a la oficina del jefe de la cooperativa a la que pertenecía:
-continuaban celebrando
–buen trabajo rojas- le dijo el jefe a uno de sus dependientes.
-Fue fácil jefe, respondió rojas.
– Tan solo fue sacarle el líquido de frenos.
-Murieron todos, menos el desgarbado de Moncho pero ya el médico tiene ordenes del patrón.
¿Es este?- Preguntó un médico al enfermero.-
En ese momento Moncho despertó y miró a su mamá que le estaba dando palmaditas en el hombro haciéndole señas con el fin de que se levantara para ir a la fiesta de aniversario de la empresa en que laboraba ayudante de un bus intermunicipal pues era el único oficio que sabía ejercer.
Moncho era sordomudo…
JULIAN GALLEGO MARULANDA
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