La parroquia Santa Teresa Benedicta De la Cruz comenzó a andar a finales de los noventa y desde entonces, no ha parado de crecer a medida que el barrio de Arroyo Fresno también crecía.

Primero comenzamos con un pequeño barracón y, poco a poco, el edificio físico fue tomando forma. Pero lo más importante: todos empezamos a sentir la parroquia como nuestra casa. Los más pequeños no sólo venían a prepararse para recibir la primera comunión, también se acercaban los viernes para jugar con sus amigos y crecer en amistad con Jesús; los jóvenes, animados por las peregrinaciones y las JMJs, comenzaban a sentir la parroquia como su centro de encuentro, con la alegría de acercarse cada vez más al Señor; y los grupos de matrimonios y adultos, que se reúnen cada viernes, no han parado de crecer con el objetivo de formarse y vivir como apóstoles. Así, la parroquia se ha convertido en una gran familia de familias que camina unida hacia la meta: el cielo.