Que alguien haga algo

Esa frase es la que más se repite en el campeonato de fracasados, la acuñada por el campeón de vagos… Las cosas no se hacen… las hace cada uno poniendo de su parte la fuerza de su voluntad.

Continúa una anécdota jocosa de voluntad y empeño personal en sacar un objetivo adelante…

Dos señoras conversaban con sus carritos de la compra cargados, a la salida del supermercado, ya en la calle.

– Pues mi marido, después de treinta años de vicio, ha dejado de fumar…
– Ay, Maru, eso si que es difícil… – dice la otra con asombro- para eso se necesita tener mucha fuerza de voluntad…
Y responde Maruja con decisión:
– Amparo, la tengo, fuerza de voluntad… la teeengo…