La soledad: hay pocos que estén dispuestos a poner unos minutos en sus amigos o familiares y, simplemente escucharlos. se ha convertido en este tiempo en uno de los mejores de la amistad y una de las mejores terapias de la soledad.
Y cuando uno escucha, puede llegar a sorprenderse…

El iceberg
Por el agua que fluye por debajo.
Actualizado lunes 28/11/2005 13:37 (CET)
MADRID.- El sonido es muy débil, tanto que casi pasa desapercibido para el oído humano. Pero un equipo de alemanes que estudia los glaciares de la ha encontrado un iceberg sorprendente: es capaz de ‘cantar' cuando está sometido a fuertes presiones.
Las ondas sonoras que emite el iceberg son de muy baja , apenas 0,5 hertzios, lo que no es audible para el ser humano, pero sí se aprecian cuando se realizan de las ondas sísmicas del bloque de hielo flotante. Los sonidos pueden variar, desde un zumbido similar al que emitiría un enjambre de abejas, hasta algo mucho más melódico, como el sonido de una orquesta. Sin embargo, el descubrimiento que no fue agradable para los primeros científicos que lo escucharon. «Es algo como sacado de una del horror«, aseguró Vera Schlindwein, un geofísico del Alfred Wegener para la investigación polar y marina en .
Los científicos grabaron el sonido cuando investigaban las señales sísmicas para prevenir y medir terremotos y los movimientos de las placas tectónicas en la costa de la Antártida. Según Vera Schlindwein, la señales les al iceberg Ekstroem, de 50 de largo, 20 de ancho y 400 metros de altura que acababa de colisionar contra una de hielo submarino. «Una vez que el iceberg se incrustó en el hielo sumbarino, el agua comenzó a circular entre las grietas y del iceberg, lo que motivó que empezara a cantar».
«El sonido tiene altos y bajos, diferentes tonos, como si fuera una nana», aseguró. «Las señales de un son distintas, comienzan con una explosión cuando la tierra se y después disminuyen ,» explicó la . «Pero aquí la señal fue formada como un peine, con picos regulares». Esto significó que la fuente oscilaba regularmente.
Schlindwein había visto señales casi idénticas de temblores , pero esto no podía explicar el patrón captado porque esta fuente parecía estar en movimiento, alrededor de la Antártida.
La investigación, que ahora publica la revista Science, se realizó en julio de 2000, y los sonidos del iceberg -que se prolongaron durante 16 horas– estuvieron precedidos de dos terremotos.
El es similar al que hace años se hizo sobre el canto de las dunas de arena, que emiten sonidos de baja frecuencia que pueden ser tan ruidosos como el vuelo bajo de un avión.

https://www.elmundo.es/elmundo/2005/11/28/ciencia/1133177269.html