UN ASNO ES MÁS BARATO

Aunque los hijos no son como una cuenta corriente (tanto meto, tanto tengo), pues están dotados de libertad y son muchas veces una caja de sorpresas, está comprobado que el que no se empeña en educar obtiene un burro, como mínimo.

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Un
hombre llegó donde con su hijo, y le pidió que se encargara de
la del muchacho. El le dijo que le cobraría
quinientas dracmas. Al rico le pareció mucho dinero: