Marcial fue el primer obispo de Limoges (Francia). Murió a finales del siglo III y lo enterraron en un pequeño cementerio de la Vía Agrippa, construido sobre la ruta europea de peregrinación hacia Santiago de Compostela. Por ello, su tumba se convirtió gradualmente en un sitio de paraje de los peregrinos compostelanos. El lugar se convirtió en la Abadía Benedictina de San Marcial donde se creó un grupo de compositores que en la actualidad forman la Escuela de San Marcial. La Abadía de San Marcial sufrió malversaciones y en el siglo XIX sólo quedaban los deteriorados manuscritos de su biblioteca.