La grandeza del amor 

A principios del año 1951 se incendió un tranvía en la Avenida Chapultepec de la Ciudad de México. 
La gente, presa de pánico, se lanzó hacia la puerta y arrolló a una humilde sirvienta que llevaba una niña en los brazos 
La heroica mujer cubrió con su cuerpo a su criatura, y cuando la gente dejó de pasar sobre ella, fue levantada gravemente herida, pero la niña no tenía un solo rasguño. 
La mujer murió el mismo día en el hospital pero con su muerte salvó la vida de su hija. 
Esta es una ilustración imperfecta del amor de Cristo por las almas perdidas.