Cuando ha entrado el sexo en una relación, ha entrado un tercero. Un gusano ha entrado en la manzana y quiere crecer y crecer. Y lo que aparentemente une, divide. Ha comenzado la historia de un divorcio. Ha comenzado la desconfianza, los celos. Desconfianza, porque las dos partes saben ya que son egoístas. Celos, porque las dos partes han sido egoístas, se han buscado a sí mismos y ya han sido infieles.