Ojalá pudiera comunicarme

Hace muy poco soy abuela, abuela del hijo por quien más he luchado, no muy bien me indica el tiempo sin embargo… Yory tiene 25 años pero a veces aún se comporta como un adolescente de 14, no pude en todo ese tiempo comunicarle mi experiencia de vida, ni yo ni su padre, por supuesto que no somos perfectos, y tal vez nuestra obsesión por ser menos malos nos llevó precisamente a la imperfección.

Ambos venimos de familias altamente disfuncionales, por lo mismo nos comprometimos a darle lo mejor a nuestro pequeño, decidimos que no lo lastimaríamos, que le enseñaríamos sobre todo a ser feliz. Pero no lo conseguimos, hoy nuestro hijo no es feliz, nunca fuimos adinerados, pero tratamos de que no le faltara lo indispensable y un poquito más, tratamos de enseñarle el respeto, el amor al trabajo, el amor a sí mismo, pero tampoco lo logramos del todo.

No quiso estudiar, por más que tratamos de explicarle que hacerlo no era una obligación, era tan solo una gran herramienta para alcanzar aquello que soñábamos, pero… tampoco pudimos. Hoy nuestro hijo tiene un pequeño al que adora, pero al que por lo menos una vez ya puso en riesgo a causa de un abuso de confianza.

Hoy velamos por nuestro nieto, y no tratamos de enseñarle nada, solo lo amamos, rogamos a Dios por la madurez emocional y mental de nuestro hijo, en beneficio de él, de su esposa y sobre todo… de su hijo, de nuestro nieto. Saben no me he avergonzado de mi muchacho, nunca, de lo que sí me avergüenzo es de la poca capacidad de comunicación que hemos tenido con él.