Soñé que me encontraba en la Basílica de San Pedro en Roma, dentro de un nicho allá a gran altura, debajo de una cornisa y más arriba del sitio donde está la famosa estatua de San Pedro y por encima del retrato del Papa Pío IX.

No sabia como había ido a parar allá y no encontraba cómo bajarme de semejante altura. Miré a mi alrededor para ver si había modo de bajarme, pero no vi nada que me ayudara. Llamé, grité, pero nadie respondió. Por fin, lleno de susto y de angustia… me desperté.

Explicación: Si en aquel tiempo alguno hubiera dicho que esto era una profecía, un anuncia del futuro, la gente se habría reído. Pero 50 años después, el Papa Pío XI ordenó al gran escultor Canónica que hiciera una imagen de Don Bosco y la mandó colocar allí precisamente en ese nicho, encima de donde está la estatua de San Pedro y un poco más arriba del mosaico que contiene el retrato del Papa Pío IX. Y allá está Don Bosco, subido sin que él haya sabido cómo.