María estaba destinada a ser un templo vivo de la divinidad. El Protoevangelio de Santiago, el Evangelio del Pseudo-Mateo, el Evangelio del Nacimiento de María y otros escritos apócrifos relatan que María, a la edad de tres años, fue llevada por sus padres Joaquín y Ana al Templo en cumplimiento de un voto para ser educada. La fiesta data del siglo VII o el VIII y se celebra hoy en recuerdo de la dedicación de la Iglesia de Santa María la Nueva, cerca de los terrenos del templo de Jerusalén en el año 543.