Dios concédeme la Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar;

Valor para cambiar las cosas que puedo; y Sabiduría para reconocer la diferencia.

Vivir un día a la vez; Disfrutar de cada momento, momento por momento; Aceptar la penuria y las penas como camino hacia la paz;

Tomar, como Él hizo, este mundo pecador tal como es.

No como yo quisiera que fuera;

Confiar en que Él lo enderece todo si me entrego a Su voluntad;

A fin de estar razonablemente feliz en esta vida y supremamente feliz para siempre con Él en la vida por venir.

Reinhold Niebuhr