Uno de los Doctores de la Iglesia, nace en 1521 en Nimega (Holanda). Abogado de carrera, la influencia de los escritos de San Ignacio de Loyola le llevaron a ingresar en la Compañía de Jesús, siendo el octavo jesuita en profesar los votos solemnes. Vivió en pleno clima de reforma y contrarreforma. Tomó parte activa en el concilio de Trento. Se distinguió por la profundidad de su cultura teológica, por su celo y actividad, pero también por el espíritu conciliador. San Ignacio lo llamó a Italia, luego lo envió a Sicilia a fundar el primero de los famosos colegios, después a Bolonia a enseñar teología, para volverlo a enviar a Alemania, en donde durante treinta años, como superior provincial, empleó sus mejores energías en una época tan difícil marcada por la ruptura de la iglesia protestante. Murió en Friburgo (Suiza) tal día como hoy en 1597.