«Rezo poco, y en público; murmuro mucho, y en secreto. Va mejor con ser hipócrita que con ser pecadora declarada: las apariencias de mis buenas obras presentes van borrando en la memoria de los que me conocen las malas obras pasadas. En efecto, la santidad fingida no hace daño a ningún tercero sino a quien la usa».

(Palabras de la bruja Cañizares en “El coloquio de los perros”)