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Resultados de la búsqueda para: Ana María Matute
Nunha das súas viaxes no tempo, o intrépido Hércules ten ocasión de coñecer á escritora Ana María Matute e ao seu boneco Gorogó ¿Non vos parece abraiante que Gorogó, o vello boneco desta apaixonada pola fantasía, cobre vida? Da man deste cómplice, Hércules dá un paseo pola vida dunha defensora de tres cousas con reputación de pouco importantes: a literatura infantil, os contos e mais a felicidade. Unha aventura para achegarse a unha creadora indispensable.
Al publicar Los Abel en 1948, Ana María Matute acababa de reforzar el llamado Cainismo iniciado por Carmen Laforet cuatro años antes con la publicación de Nada en 1944. Con esta alegoría del rencor fratricida en el que se encuentra la sociedad española de la guerra civil a la posguerra, inspirada de la historia de Caín y Abel en la Biblia, la novelista llamó la atención del público lector sobre la peligrosidad de tal psicología colectiva. Ana María Matute: introducción a Los Abel es un intento de aproximación sociocrítica a los ambientes familiar y vecinal, rural y urbano adversos padecidos por los hermanos Abel desde su infancia hasta su madurez, una perfecta ilustración de la guerra de todos contra todos.
Con la guerra civil, "lejana y próxima a un tiempo, quizá más temida por invisible", como telón de fondo, Primera memoria narra el paso de la niñez a la adolescencia de María y su primo Borja. Los dos viven en casa de su abuela en un mundo insular ingenuo y misterioso a la vez. A través de la visión particularísima de la muchacha -sin madre y con el padre desaparecido- asistimos a su despertar a la adolescencia, cuando, roto el caparazón de la niñez, ciega y asombra, y hasta a veces duele, el fuerte resplandor de la realidad. Una intensa galería de personajes constituye el contrapunto de su vertiginosa sucesión de sensaciones. Y es que, en unos meses, Matia descubrirá muchas cosas sobre "la oscura vida de los personajes mayores". Melancólica elegía de la perversión de la inocencia. Primera memoria aúna imágenes como espadas y una desgarrada inflexión poética y es, sin lugar a dudas, una de las mejores novelas de Ana María Matute.