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EL FANTASMA SIN ROSTRO Y OTRAS HISTORIAS DE TERROR DE LAFCADIO HEARN (WILSON, SEAN MICHAEL)
Hace más de cien años, el escritor Lafcadio Hearn recopiló una selección de kaidan, relatos japoneses de fantasmas y misterio, y los tradujo al inglés en más de una docena de libros. Algunos de los cuentos eran versiones de cuentos chinos tradicionales y otros fueron influenciados por el sintoísmo y el budismo en la era Edo (1683-1868). En la cultura contemporánea, estas historias de fantasmas han encontrado una nueva forma de expresión gracias al cine, al manga y al anime. En esta novela gráfica, el escritor Sean Michael Wilson y la ilustradora Michiru Morikawa nos presentan seis terroríficas historias sobrenaturales que contienen todo el sabor y la esencia de los mejores relatos de misterio de Japón. Novela nominada al Premio Eisner 2016 en la categoría de Mejor adaptación desde otro medio.

ÚLTIMA ISLA (LAFCADIO HEARN)
La primera novela de un autor de culto, una pequeña obra maestra trágica y fascinante, inédita hasta la fecha en nuestro país. Última Isla era el nombre de una isla barrera situada frente a la costa de Luisiana. El lugar se había puesto de moda por su estación balnearia y sus lujosos hoteles. Para escapar del calor y la fiebre amarilla, la burguesía de Nueva Orleans pasaba allí sus veranos, disfrutando despreocupadamente de una vegetación y un paisaje excepcionales. En agosto de 1856, el mar del Golfo de México se levantó y azotó con violencia este paraíso: dividió la isla en mil pedazos y se llevó consigo casi todo: a los nativos y sus hogares, a los adinerados turistas y sus hoteles. Hearn se sintió vivamente impresionado por las narraciones de aquel suceso, y a partir de éstas escribió "Última Isla", su primera obra de ficción, una pequeña obra maestra trágica y fascinante, inédita hasta la fecha en España. En ella nos relata cómo, al día siguiente de la catástrofe, un pescador español navega hacia los pedazos de tierra que habían formado parte de la isla para buscar algo de valor entre los restos, muchos de ellos sembrados de cadáveres. Una pequeña niña criolla todavía viva resulta ser su principal hallazgo. Aparentemente, sus padres han muerto en el huracán… La nueva vida de esta joven, Chita, transcurre en un marco excepcional que Hearn conoce y describe a la perfección, con una prosa de tal intensidad musical que logra que el mar, el infinito paisaje lleno de islas del Golfo de México, el viento y la vegetación sean, tanto como sus inolvidables personajes, protagonistas de esta historia tan singular como cautivadora.

UN CRUCERO DE VERANO POR LAS ANTILLAS (LAFCADIO HEARN)
Lafcadio Hearn se embarcó en 1887 en Nueva York en un «buque alargado, estrecho y grácil, con dos mástiles y una chimenea anaranjada» para recorrer las Antillas en un itinerario que lo llevó a través del Mar de los Sargazos, tomando la senda de los vientos, hasta los trópicos. Hasta las aguas verdaderamente azules, intensamente azules. El fruto de aquel viaje es este libro fascinante, que anticipa los travelogues de los grandes escritores del género en el siglo xx, como Bruce Chatwin, Paul Theroux o V. S. Naipaul. Una sucesión de islas, puertos, volcanes apagados, selvas, ciudades esplendorosas o decrépitas: Martinica, San Vicente, Tobago, San Cristóbal, Granada, Trinidad… —fantásticas, sensuales, exóticas, desconocidas— asalta al lector en cada página; se trata de una sucesión de imágenes, aromas y sabores tan reales, tan nítidos, que a medida que avanzamos en la lectura dejamos atrás el lugar en que nos encontramos para hallarnos ya, al fin, en las Antillas junto al autor, a su lado, acodados en la borda de su barco o caminando junto a él. «El agua del puerto es de un verde claro, transparente. Se ven muchos peces, y varios tiburones pequeños. Unas mariposas blancas como la nieve revolotean por el aire azul a nuestro alrededor. Unos chiquillos negros se bañan desnudos en la playa: aunque nadan bien, no se aventuran muy lejos debido a la presencia de los tiburones. Sale una barca que nos trae a bordo a unas chicas de color. Son altas y nada desgarbadas; nos convencen con toda clase de palabras cariñosas para que compremos bay rum, fruta, agua de Florida. Unas barcas nos conducen a tierra firme».