La relación del islam con la cristiandad ha sido un rosario de desencuentros. Sin embargo, la cultura europea actual no puede entenderse sin su influencia. La inmigración turca y magrebí de los últimos años ha vuelto a colocarlo en primer plano. Frente a las voces que claman contra esta realidad, el autor reflexiona sobre el carácter del islam como religión y como forma de vida.