Rescatar el valor del «entre» referido al ámbito compartido entre budismo zen y cristianismo -dice la autora- me parece una empresa difícil por varias razones (amplitud del tema, puntos de vista diferentes, etc.). No veo mejor manera de hacerlo que limitarme a contar cómo se ha ido dando en mí este «entre» y a qué descubrimientos, reflexiones, discernimiento, posturas y acciones me ha llevado. No es tiempo para posturas dogmáticas, sino de testimonios y discernimiento. Espero que este enfoque limitado pueda servir de ayuda en estos primeros tiempos de encuentro -teórico y práctico- entre dos grandes tradiciones espirituales de la humanidad que comenzó a mediados del siglo xx.