Carlomagno es el artífice del nacimiento de una identidad común en Europa occidental lograda gracias a la creación del imperio Carolingio, al establecimiento del catolicismo como religión oficial y a su labor como promotor del llamado renacimiento Carolingio. Por todo esto, es considerado el «padre de Europa». A su muerte, la unidad política del imperio solamente podía ser preservada, no sin dificultades, por su hijo Ludovico Pío, pero el patrón religioso y cultural promovido por Carlomagno constituyen su auténtico legado que ha sobrevivido al paso de los siglos facilitando la gestación del Occidente medieval, origen, a su vez, de los distintos estados europeos modernos. Con un estilo ameno y directo, David Barreras y Cristina Durán, nos transportan al medievo para explicarnos el papel fundamental que supuso para la construcción de Europa la figura del emperador Carlomagno.