El viento de la Pampa argentina sopla en los bravos y pujantes versos de este poema épico con un hálito homérico, enlazándolo en el tiempo con los cantares de gesta castellanos. De sus páginas se levanta el hombre de las inmensidades, el gaucho en su lucha frente a la naturaleza salvaje y las injusticias del mecanismo social que denuncia.