La señora D. fue la paciente cero del médico Alois Alzheimer. En esa inicial se resumen hoy un siglo de búsquedas en los recovecos de la memoria humana y millones de pérdidas personales. El jardín de la señora D., cuyo nombre coincide con el de la madre del autor, es un libro duro, sin concesiones, sobre los recuerdos y su pérdida, el desgaste físico, la demencia, la desaparición de la identidad y lo frágil de nuestras coordinadas vitales; pero al mismo tiempo es un libro luminoso sobre el amor, la ternura, la recuperación momentánea del pasado y la contemplación del mundo a través de una obra de arte, el majestuoso y terrible Jardín de las delicias de El Bosco, vuelto aquí escenario de un diálogo entre el mundo de la conciencia y el de las imágenes primordiales que están más allá del lenguaje.