Werner Heisenberg es una de las cimas de la historia de la ciencia. Su principio de incertidumbre y su teoría cuántica de matrices son realizaciones humanas de importancia comparable a los dramas de Shakespeare, los cuartetos de Beethoven o la filosofía de los antiguos griegos. Científico de extraordinaria precocidad, le tocó vivir la época más turbulenta del siglo XX, en medio de la conmoción que, a través de la República de Weimar y la Alemania nazi, marcó el camino entre las dos guerras mundiales. Sin ser nazi, colaboró de hecho con el proyecto de la fallida bomba atómica alemana. Su vida debe ayudarnos a entender el papel de la ciencia y la necesidad de una responsabilidad ética. Antonio Fernández-Rañada es catedrático de electromagnetismo de la Universidad Complutense de Madrid. Tras doctorarse en la Universidad de París, trabajó sobre varios temas de física fundamental, publicando también textos de reflexión sobre la ciencia. Ha sido conferenciante invitado en universidades de varios países. Entre sus libros están Dinámica clásica y Los muchos rostros de la ciencia (galardonado con el premio Jovellanos de Ensayo 1995).