Es común que padres e hijos adolescentes sientan que hablan lenguas distintas y que pertenecen a mundos irreconciliables. El comprender los cambios que sufre el joven y conocer el modo en que procesa lo que le pasa resulta indispensable para distinguir entre lo que es normal y lo que no lo es tanto. Una obra erudita y divertida que ayuda a que ambas generaciones salgan ilesas del encuentro.