Dice el autor: He trabajado más de treinta años en puestos directivos. No sé si serán treinta años de experiencia, pero les aseguro que no ha sido un año de experiencia vivido treinta veces. He conocido empresas familiares, privadas y públicas, la lealtad y la traición, el éxito y el fracaso. He sido premiado y he sido despedido. He trabajado con personas extraordinarias y con personas despreciables. He participado en la fundación de compañías en Alemania, España, Francia, Portugal y Reino Unido. He dirigido desde una fundación universitaria de menos de cincuenta personas, hasta una compañía cotizada en bolsa de más de mil. He sufrido la extorsión. He tenido aciertos y he cometido numerosos errores. De ambos, aciertos y errores, he aprendido. Por tanto, lo escrito está relacionado con lo que hice y con lo que debería haber hecho.