Si fuera ficción, resultaría inverosímil. Pero fue y es verdad, y todos los supervivientes hablan por primera vez desde aquel accidente de avión que los encontró alrededor de veinte años de los Andes, a cuatro mil metros de altura, sin abrigo ni comida. Ahora cada uno de los dieciséis recuerda en primera persona cómo fueron los setenta y dos días en la cordillera, cómo superaron esa situación extrema, cómo entendieron la muerte, qué significó el accidente y cómo influyó en su vida posterior.