Vuelve el ingenio de Millás con el diario divertido y surrealista de un neurótico brillante. En La vida a ratos el lector es tan protagonista como el narrador, porque descubre en secreto un relato que, en la ficción, no ha sido creado para ser conocido por nadie más que aquel que lo escribe. Es el diario de más de tres años de vida de un personaje -curiosamente también llamado Juan José Millás-, que se muestra tan libre, tan neurótico, y divertido, e irónico e hipocondriaco como solo nos mostramos cuando nadie nos ve. Las visitas a la psicoanalista, el taller de escritura, los paseos por una ciudad que no deja de colocarle ante situaciones sorpresivas, la familia, los amigos... Todo es normal, todo parece anodino hasta que, al volver una esquina de la realidad, aparece lo extraordinario, lo surrealista. Y nos deslumbra. Críticas:«Una pirueta, un salto mortal del acróbata Juan José Millás [...]. Y sin red.»Manuel Llorente, La Esfera (El Mundo) (sobre Que nadie duerma) «Millás: ocurrente, descabellado, familiar e inquietante. Siempre inconfundible.»J. A. Masoliver Ródenas, Cultura/s, La Vanguardia «Millás es uno de los escritores con más verdad por centímetro cuadrado de página.»Antonio Iturbe, Qué Leer «Juan José Millás es dueño de un territorio fantástico de incuestionable personalidad.»J. E. Ayala-Dip, El País «Una novela inquietante y rabiosamente actual.»Ana Rodríguez Fischer, Babelia (sobre La mujer loca) «El jardín vacío es difícilmente superable, pues no me parece posible escribir algo más hermosamente triste sin perecer.»La Vanguardia «La sutileza del novelista incorpora la ironía a veces cruel, a veces sarcástica, del columnista de opinión mientras la desesperanza del presente se ilumina como si su tema no fuese la sublevación contra la indolencia del poder o su inoperancia: asedia desde dentro e irónicamente, piadosamente, la experiencia del capitalismo salvaje digerido por todos, comprendido por todos, tolerantemente asumido por todos.»Jordi García, Babelia (sobre Desde la sombra) «Juan José Millás entremezcla lo verdadero con lo hipotético, tejiendo una novela singular en la que el deseo de vivir y el deseo de amar se confunden.»Rolling Stone «El jardín vacío es difícilmente superable, pues no me parece posible escribir algo más hermosamente triste sin perecer.»La Vanguardia