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TROTAMUNDEAR (CENDRARS, BLAISE)
«En ninguna parte de Europa he visto un pueblo tan maltratado por las autoridades como en España». Con esta contundente sentencia describe Blaise Cendrars, un clásico contemporáneo de las vanguardias iterarias francesas, la impresión que le produjo nuestro país. A caballo entre la ficción y la realidad, saltando de puerto en puerto, Cendrars nos sumerge en Trotamundear en su particular visión de la vida y de la literatura. Nos ilusiona con su militancia vitalista y con su culto al viaje sin rumbo, a la amistad y al carpe diem; con su rebeldía e inconformismo ante lo convencional. Su periplo vital-literario pasa por Venecia, a través de sus recuerdos infantiles; Nápoles, La Coruña, Burdeos, Brest, Tolón, Amberes, Génova, Rotterdam y Hamburgo. Lugares que le sirven de soporte para engarzar con sus aventuras allende los mares, ya sea en Brasil o en China, y terminar en París, el «puerto de mar», el «embarcadero de los deseos, encrucijada de las inquietudes» que posee la «biblioteca más hermosa del mundo». Con un estilo vertiginoso y fluido, Cendrars configura una obra en la que confluyen distintos géneros y técnicas literarias, junto a una prosa de extraordinaria belleza, salpicada de oraciones subordinadas e incisos espontáneos desde la perspectiva simultaneísta del expresionismo que tanto le seducía. A través de un inacabable registro de personajes que el autor retrata de forma chispeante, Cendrars reflexiona, como en casi todas sus obras autobiográficas, sobre un mundo efímero y en perpetua transformación, en el que planea la muerte planificada de los seres y de los libros. Un mundo que le atrae y que a la vez rechaza, del que escapa en sus viajes reales y literarios.

RON (CENDRARS, BLAISE)
Con un estilo muy fluido y un lenguaje muy cercano al periodístico, Cendrars nos cuenta la vida de un hombre extraordinario: el escritor y aventurero Jean Galmot que, después de amasar una enorme fortuna en la Guayana, llega a conocer la prisión y la ruina. Al dibujar el retrato de un hombre idealista atrapado por su innato sentido de la libertad, el autor logra construir una especie de Quijote paradójico en lucha contra los poderes coloniales. Diputado por Guayana, Jean Galmot fue acusado de especulación en el affaire del ron de 1919, y durante el proceso, en el que se defendió a sí mismo, se presentó como un empresario altruista atrapado por las maniobras hostiles de los grandes grupos financieros del mundo parisino. Acorralado, proclamó su amor inquebrantable por el pueblo de Guayana, que lo llamaba «papá Galmot», y juró defender su libertad hasta la muerte. Blaise Cendrars (1887-1961) es el perfecto exponente de la identidad entre el arte y la vida. A los dieciséis años abandona los estudios. Un viaje a Rusia le inspira la escritura sincopada de Prose du Transsibérien et de la petite Jehanne de France, ilustrado por Sonia Delaunay. «No mojo mi pluma en la tinta, sino en el río de la vida», declara. En estos tiempos de bohemia abandona el nombre de Frédéric-Louis Sauser y escoge el de Blaise Cendrars, «despues de las brasas, las cenizas». Ya en París, frecuenta a la vanguardia artística y literaria: Apollinaire, Chagall, Braque, Modigliani (que pintó el retrato que ilustra la cubierta de este libro), Picasso, Soutine. Pierde el brazo derecho en la Gran Guerra y desde entonces escribe con la mano izquierda. Se apasiona por el periodismo de investigación y publica novelas como L’Or (1925), Moravagine (1926) y Ron (1930). A partir del 1945 Cendrars desarrolla un estilo que será referente para la nueva generación de escritores. Publica la famosa trilogía L’homme foudroyé (1945), La Main coupée (1946) y Bourlinguer (1948), amalgama de autobiografía, novela, hechos históricos, relato de aventuras y poemas en prosa.

EL ORO (CENDRARS, BLAISE)
" El general Johann August Suter, aun siendo un personaje real, es un héroe típico de novela, poderoso y aventurero, que inicia su andadura para progresar y lo consigue en California, en un lugar al que llamará Nueva Helvecia. La prosperidad no tarda en llegar. Se convierte en el hombre más rico de América. Pero la creciente fiebre del oro hace que sus asalariados le abandonen ante la perspectiva de enriquecerse pronto y trabajar sin estar a expensas de un amo; él pierde todas sus riquezas a pesar de que el filón que van a explotar sus obreros se encuentra en sus propias tierras. Pobre y viejo, intenta con todas sus fuerzas, inútilmente, que el Estado le reconozca sus derechos. Morirá con la falsa creencia de que ha vencido al salir del edificio de Justicia. "

LA PARCELACIÓN DEL CIELO (CENDRARS, BLAISE)
Blaise Cendrars cerró con La parcelación del cielo la tetralogía autobiográfica que emprendiera tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Convencido de que los seres capaces de volar son los más interesantes de la creación, se empeña en buscar al santo de mayor pericia levitadora para ofrecérselo como patrón de la aviación a su hijo Rémy, piloto de las fuerzas aliadas muerto en combate. Así encuentra a san José de Cupertino, tan lego en inteligencia como docto por los aires gracias a su capacidad de ¡volar hacia atrás!. En esta novela de amor a los pájaros, que salta de París a Brasil para hallar a un misántropo que ha encontrado una nueva constelación denominada «La torre Eiffel sideral», Blaise Cendrars conjuga la ficción con su propia biografía para formular un ejercicio surrealista donde rotura los confines del cielo. Traducida ahora por primera vez al español, este libro original e inclasificable esconde un canto al amor y a la libertad y una crítica ponderada y serena a la Francia que apenas opuso resistencia a la ocupación perpetrada por las tropas de la Alemania nazi. Un período en el que gran parte de la intelectualidad francesa convivió en paz con el enemigo, mientras Cendrars se veía obligado a esconderse como un topo para burlar la muerte.