La familia es un contexto esencial para el bienestar y el ajuste psicosocial de los adolescentes que buscan construir y desarrollar su identidad como personas y se preparan para ser adultos. En este desafío evolutivo la presencia de un funcionamiento familiar adecuado ayuda a prevenir las conductas de riesgo en la adolescencia. Esta obra propone un programa de actividades para trabajar con los padres y las madres estos aspectos del desarrollo de los hijos, potenciando los factores protectores familiares que demuestran ser primordiales para prevenir conductas de riesgo en la adolescencia, como el consumo de drogas y la conducta delictiva. Cada una de las cuarenta y nueve actividades, de fácil aplicación, que se incluyen en el programa está explicada en una ficha técnica en la que se describen claramente sus objetivos, duración, materiales necesarios, recursos del formador, dinámica de trabajo, procedimiento, contenidos clave, adaptabilidad y observaciones.