En la noche del 17 de agosto 1904, una joven rusa con síntomas histéricos es internada en el Burghölzli, el hospital psiquiátrico de Zurich. Con Sabina Spielrein se le presenta a C. G. Jung la ocasión de experimentar por primera vez el método de Freud. La terapia da resultado, y al salir del Burghölzli la paciente comienza la carrera de medicina. Cuando Jung y ella inician una relación amorosa, el psicoanálisis tiene servido su primer escándalo. La gran biografía de Sabina Spielrein cuenta cómo aquella niña judía de Rostov se transforma en una investigadora autónoma de primer nivel, una pionera en la investigación del alma infantil. Una vida inquieta, valiente y agitada, que encuentra su final prematuro y trágico con los comandos de la muerte de Hitler. "El suceso más importante en la juventud de Sabina fue que al margen de lo que haya sucedido durante su tratamiento con Jung en el Burghölzli, se curó. Por cuestionable que haya sido la conducta de Jung desde el punto de vista moral, de alguna forma cumplió con la obligación original del terapeuta para con el paciente: curarla". Bruno Bettelheim