El título de este libro recoge una singular paradoja. ¿Hay algún vino que no sea natural? La respuesta es no porque cualquier vino que nazca de la fermentación alcohólica de un mosto es un vino natural. Lo que sí que hay son unos vinos más naturales que otros y en esto tienen mucho que ver las personas y las bodegas que están detrás de su elaboración. Factores como la dimensión de las tierras de cultivo, la coordinación de los equipos que trabajan en el campo, la aplicación de los tratamientos, el tipo de vendimia, el embotellado e incluso el etiquetado y la venta son los que van a determinar la diferencia entre lo que aquí denominamos vino natural y un producto de laboratorio.