Will Moogley, un joven pálido con un look casi vampírico, se dirige a la agencia de alquiler de fantasmas situada en el último piso de un rascacielos heredado de su tío Alvin un fantasma bronceado, gracias al sol de Hawai, donde vive). Es un mal día y el trabajo en NY está difícil, el ascensor no funciona y la agencia está desordenada y sucia. Menos mal que su colaborador, Tupper, le enseña un anuncio según el cual va abrirse un hotel en un pueblo cercano a la ciudad y necesitan fantasmas. Esta puede ser una gran oportunidad para reflotar la agencia. ¿Qué joven lector puede resistirse a una divertida historia de fantasmas?