¿A quién *** estamos disparando, Sargento?  Una famosa frase de Irak, recogida en un no menos conocido reportaje sobre la guerra en esa región dolorida. Las tropas, hartas de esperar a un enemigo que se hallaba haciendo vida normal y en su casa, se inventaban un enemigo y disparaban… Con la importante maquinaria mediática de Hollywood nos hemos inventado enemigos e invasores. Marcianos, primero; luego extraterrestres, más tarde invasores en general.

Por si eso fuera poco, luego fue el SIDA, que lleva años siéndonos machacado como pandemia; y las mentiras confesadas de las cifras de afectados… y las vacas locas y la gripe aviar… La gripe porcina…  El coronavirus… Amenazas y más amenazas.   Sé de más de uno que está harto de ver películas del Holocausto y del exterminio Nazi, como si no estuvieran matando cristianos y musulmanes todas las semanas… Como si no estuvieran exterminando en silencio millones de niños cada año, por el aborto y el exterminio de bebés no deseados (niñas o bebés con posibilidades de limitaciones futuras).   Amenazas externas y más amenazas para llevar sujeta a esta sociedad por el collar del miedo.

¿Dónde está el enemigo? Eso me lo pregunto a veces, mientras lo busco en los demás. Pero no lo encuentro. ¿Cuándo nos daremos cuenta que la principal solución al mundo está en hacer a diario un examen de conciencia, porque la verdadera amenaza se halla dentro de nosotros?   Sí, sargento: el enemigo es ese tipo que ve usted en el espejo cada mañana.