El que acepta mentiras piadosas acaba comulgando con piedras de molino

Nada se puede aceptar de malvado so pena de envilecerse. June Ander Frönder

Y después de envilecerse viene el retocar el exterior, para que no se note: a eso lo llamamos hipocresía. Aparentar. Que los demás no sepan la verdad. Les presentamos hoy el micro-cuento del hipócrita sincero…

EL HIPÓCRITA SINCERO

Una vez había un hipócrita que usaba siempre máscara. Un día quiso ser sincero. Se quitó la máscara y fue a verse el rostro en un espejo: Era igual que el de la máscara.

EL MALO MALO

Una vez había un hombre malo que a todo el mundo le advertía: «Yo soy un hombre malo». Cuando murió le dijo a un juez: «Yo soy un hombre malo un poco bueno, porque confesé siempre ser un hombre malo». Y el juez le dijo: «No. Usted es dos veces malo. Usted es un malo malo. Usted es perverso».

Extraídos de aquí…