Nació hacia el año 560 en Sevilla. Sucedió como a su hermano Leandro, que se encargó de su porque quedaron huérfanos siendo Isidoro un niño. Su duró 40 años y defendió la fe contra los arrianos, se ocupó de la organización eclesiástica, fue un insigne escritor, presidió varios concilios y contribuyó al florecimiento de la vida en España. Cuando sintió que iba a morir, pidió perdón por sus faltas, perdonó a sus y suplicó al pueblo que rogara a Dios por él. Repartió entre los pobres sus y murió en el año 636 a la edad de 80 años.