Arsenio era un senador sabio y muy práctico en sus consejos. Vivió en el palacio del Emperador educando a sus dos hijos durante diez años. En medio de una gran crisis espiritual escuchó una voz que le decía: «Apártate del trato con la gente, y vete a la soledad». Entonces, se marchó con los monjes del desierto que le plantearon algunas pruebas para ver si era apto para llevar esa vida de humillación y mortificación. Se hizo muy conocido y durante muchos siglos han sido enormemente estimados los dichos o frases breves que San Arsenio acostumbraba decir a la gente.