Para entender la religión y la superstición una anécdota de Laureano López Rodó (Ministro Tecnócrata de Franco) y el entonces Príncipe Juan Carlos, que ya vivía en Palacio.

El Príncipe enseñaba el Palacio a López Rodó.

Al mismo tiempo la Reina preparaba una merienda.

Al entrar en la alcoba real y ver la cuna el Príncipe confió al Ministro que estaban Sofía y él preocupados, ya que habían tenido varias niñas y ningún varón.
López Rodó, gran trabajador (llegaba al Ministerio cada día a las 8.00 pilotando su seiscientos) pero tremendamente despistado le dijo: Pues ya sabe Alteza: A Dios rogando y con el mazo dando.