Miembro de una familia hispano-romana de Cartagena, Leandro nació alrededor del año 549. Tuvo parte en la conversión al catolicismo de san Hermenegildo y luego de su hermano Recaredo, lográndose con ello la unidad católica de la nación. Fue Arzobispo de Sevilla y presidió el Concilio III de Toledo (año 589). Su influencia fue decisiva en el desarrollo y esplendor posterior de la iglesia hispano-visigoda. Murió hacia el año 600 y su cuerpo se trasladó a la catedral hispalense.