La vejez no es una tragedia. Los ancianos no son desgraciados, no ansían lo que nosotros tenemos, se contentan con estar abrigados, disponer de alimentos blandos para comer y recordar el pasado con otros ancianos. Déjate de tonterías, si hay algo inevitable es que todos seremos viejos algún día, ya puedes ir acostumbrándote.

(Betty Smith, “Un árbol crece en Brooklyn”)