Son escasos los datos que se tienen de la vida de este obispo galo. Vivió en Toulouse (Francia) a mediados del siglo III. San Saturnino (o San Cermin o Sanseverín) fue su primer obispo. Durante su obispado evangelizó tierras cercanas, bautizando al futuro santo y obispo de Pamplona (España) y Amiens (Francia), San Fermín. El obispo fue arrestado tras los edictos persecutorios de Decio del año 250 y murió al ser arrastrado y destrozado por un toro al que fue atado en público martirio.