Durante tres años, de 1970 a 1973, todo el mundo estuvo pendiente del lejano Chile. En un rincón de la América Latina se estaba produciendo una experiencia única. Por primera vez, un Jefe de Estado elegido democráticamente, Salvador Allende, iniciaba una revolución dentro de la legalidad. Su proyecto de conducir al país hacia el socialismo se basaba no en los fusiles, sino en las únicas armas del aparato legal existente. Marx no había previsto este caso insólito. Si hubiera tenido éxito, el ejemplo chileno se habría extendido como una mancha de aceite, como un modelo a seguir. Demasiado peligroso para Estados Unidos, que temían el contagio de una segunda Cuba en el continente americano, considerado como su coto de caza. Washington organizará contra Chile un bloqueo financiero y económico, apoyando generosamente a las fuerzas de derechas, que culminará con el golpe de Estado del general Pinochet, el 11 de septiembre de 1973. Este libro, acompañado de un estremecedor y apasionante documental -presentado en vídeo- sobre las últimas 24 horas del gobierno de Allende -el terrible primer día del golpe de Estado-, es una revancha por los libros quemados durante la dictadura. Cuando los soldados de la Junta Militar organizan autos de fe en plena calle creen que podrán lobotomizar el país. Craso error. Escondida durante años, traumatizada por la represión, la memoria aplastada resurge hoy, reclamada por las nuevas generaciones.