Max Beckmann (1884-1950) basó su obra en la angustia causada por la experiencia de entreguerras del siglo XX. Con un estilo a caballo entre el expresionismo y la Neue Sachlichkeit (nueva objetividad), que más adelante suavizaría con un naturalismo más radiante, el pintor y grabador indagó en el conflicto de la condición humana en sus retratos, autorretratos y cuadros alegóricos.Sus primeras pinturas revelaban la influencia del impresionismo, con una preponderancia de temas bíblicos, históricos y alegóricos. Beckmann, que colaboró con el cuerpo médico en Bélgica durante la Primera Guerra Mundial, se licenció tras sufrir una crisis nerviosa y retomó su faceta artística con nuevas estrategias con una gran carga angustiosa en las que primaban la distorsión, la angulosidad y los colores estridentes. En sus escenas caóticas de circos, cabarés, carnavales y habitaciones a la luz de las velas, puso de relieve la teatralidad de la vida y pareció vaticinar el destino de la República de Weimar de entreguerras con su repertorio de personajes morbosos, salpicados a menudo de fragmentos siniestros de leyendas, referencias bíblicas y alegorías opacas.Su obra, La partida, es el primero de una serie de trípticos que evocan las escenas contrapuestas del cielo y el infierno, el pecado y la salvación propios de los retablos medievales o renacentistas. Si bien el artista negó que La partida tuviera un significado concreto, la obra suele considerarse una respuesta emblemática al auge del nacionalsocialismo, y se pintó en la época en que los nazis despojaron a Beckmann de su cátedra en la Academia de Arte de Fráncfort.Esta monografía presenta más de 180 imágenes que Beckmann realizó entre 1907 y 1950, incluidos muchos de sus famosos autorretratos y trípticos. Los textos biográficos recogen sus vivencias durante la guerra, la década de 1920 en Fráncfort, los años de exilio nazi en Ámsterdam y la emigración a Estados Unidos. El libro, además, incluye material adicional, como fotografías en las que están inspiradas muchas de sus pinturas, varias instantáneas de exposiciones e imágenes de otros artistas como Pablo Picasso, Eugène Delacroix, Max Ernst y Edvard Munch que representan los motivos de inspiración y contextualizan de la obra de Beckmann.