Premio Adonáis 2018, en su 72.ª convocatoria, «por la facilidad aparente de convertir una sólida formación filosófica clásica en una poesía emocionante y fresca, gracias a un constante instinto del lenguaje y a un infalible oído poético», como señaló el jurado. Bello es el riesgo podría entenderse como un bellísimo homenaje a Sócrates, maestro de la vida, cuyos últimos días quedan dibujados en el diálogo platónico Fedón, donde la autor se inspira para el título de su libro. A la vez, el poemario es también un canto al gozo y al aliciente de saberse vivo. Dividido en tres secciones, la primera se orienta hacia el asombro y disfrute de la naturaleza, marcada por el paso del tiempo —con un poema inicial, «Una voz en la memoria», verdaderamente deslumbrador—, y también a las relación, llena de gratitud, con la abuela, los padres o los profesores; la segunda, a modo de bisagra o engarce entre los otros dos apartados, a Dios, dador de sentido a la existencia y a la creación; y la tercera, a movimientos o anhelos del alma, tales como el descubrimiento del amor, de la poesía, o la dicha de poder recordar el paraíso de la infancia.