Girasol siempre había vivido en la ciudad, pero en Daimaidi, un pueblo rural junto al río, las cosas son muy distintas. El ritmo de vida es lento y el paisaje que la rodea, tan bello que podría pasarse la vida sentada, contemplándolo. Aun así, Girasol se siente sola. Hasta que un día Bronce aparece en su vida, y con él, una nueva familia...