En un macabro ritual, periódicos y televisiones nos muestran las imágenes de las masacres perpetradas por terroristas suicidas contra miles de víctimas inocentes, de Jerusalén a Nueva York, de Medio Oriente a Chechenia, de Turquía a España.Pero ¿quién, o qué, impulsa a un hombre, una mujer o incluso un niño inmolarse en nombre de un Dios tan cruel que quiere la muerte de sus propios fieles? ¿Es verdad que en las sagradas escrituras del Islam se exalta el suicidio?Khaled Fouad Allam se dirige idealmente a un aspirante a «mártir» para indagar las motivaciones de tan extrema elección, que tendrá graves repercusiones en todo el mundo musulmán y comprometerá inevitablemente las ya convulsas relaciones entre Islam y Occidente. Pero también para echar luz sobre las enseñanzas de la religión islámica, que en su versión más auténtica y fiel a las escrituras condena de manera absoluta a cualquiera que vierta sangre inocente. Y que, es más, invita a reflexionar sobre la oportunidad del perdón: un perdón que debe saber mirar más allá de las «heridas» de una historia que a menudo realiza una distinción demasiado nítida entre víctimas y verdugos.