La vida del beato Charles de Foucauld, nacido en Estrasburgo en 1848 y asesinado en Argelia en 1916, resulta ser el itinerario de un hombre polifacético, original y perennemente inquieto, que encuentra al fin cierto sosiego en el hallazgo de Jesús de Nazaret y en la vivencia de una espiritualidad propia.