A lo largo de toda la tradición cristiana, la cruz de Cristo ha sido objeto de gran veneración; y el camino de la cruz, motivo de meditación y oración. Por ello abundan las publicaciones del vía crucis, devoción arraigada en las comunidades cristianas. Esta publicación ofrece cinco sencillos esquemas celebrativos, cuyo primer rasgo característico común a los cinco es la brevedad. Son celebraciones breves y muy sencillas, que pueden adaptarse a todo tipo de comunidades y que pueden servir también para la meditación y oración individual. El tiempo de cuaresma es el más indicado para la meditación del camino de la cruz. Pero la oración en torno a la cruz de Cristo no debería reducirse a este tiempo litúrgico. A lo largo de todo el año, podemos conmemorar, celebrar y orar el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, centro de la fe cristiana.