Construir una familia armoniosa y «funcional» en la que cada uno tenga su propio espacio de responsabilidad y felicidad compartida es una empresa titánica, en particular en una época dominada por el estrés. Los adolescentes son a menudo rebeldes y perezosos; los niños, agresivos, tímidos y miedosos, y los padres están desbordados por el cansancio cotidiano, por la dificultad de mantener unida la pareja o de gestionar la separación de la mejor manera posible para garantizar la tranquilidad de los hijos. Cuando el amor no basta, nacido de la larga experiencia del autor como terapeuta familiar, relata casos reales de familias normales que atraviesan períodos difíciles y que han aprendido con él a poner orden en las relaciones entre padres e hijos.