El mejor modo de prevenir, controlar y extinguir un incendio es conocer el origen del mismo, la fuente de calor que lo origina y los factores que lo desencadenan. El conocimiento de la dinámica de un incendio, aporta luces sobre cómo podría haberse evitado, restringido su propagación y, en consecuencia, mitigado sus efectos. Toda investigación debe seguir una metodología basada en las observaciones de campo y la toma de muestras. Las investigaciones de incendios que toman como único fundamento las manifestaciones realizadas por los testigos son acientíficas. Nunca debemos olvidar que, a menudo en este campo, lo que parece ser no es lo que realmente sucedió. Al igual que en la medicina forense, en la parte de la ingeniería que estudia el origen y causas de los incendios es el escenario donde transcurrieron los mismos el que explica cómo sucedieron los hechos.